Una vez superado el implacable "jet lag", me dispongo a ilustrar a todos mis preciados lectores con cada una de las cosas que he contemplado en mi viaje a NYC, cada uno de los lugares que he visitado, y os narraré mis impresiones y anécdotas; que espero que disfrutéis tanto como yo en haberlas escrito.
Fotografía: Ángel Algaba Peña
1. ¿Dónde se distribuyó la revista?
Esta fue una de las primeras preguntas que ya desde España me estaba haciendo cuando me preparaba el "planing" de distribución junto con mi manager José Antonio, sin embargo, muy pronto empezaron a surgir ideas. Tales ideas fueron plasmadas en la realidad de mi viaje con un grato resultado, pues nuestra publicación tuvo una gran acogida entre las zonas seleccionadas para su distribución:
- Madison Avenue
- Fifth Avenue
- Soho
- Fashion Avenue
Fotografía: Ángel Algaba Peña
2. ¿Arte = Moda?
Con esta pregunta retórica cuya contestación es bien conocida damos apertura a este apartado. No es ninguna novedad el decir que en NY se encuentran dos de los centros de arte más importantes del globo, The Metropolitan Museum of New York y el Museum of Modern Art of New York (MoMA), sin embargo, he de decir que fue este último el que verdaderamente me entusiasmó por la originalidad de las obras que se exhibían en el mismo: "La persistencia de la memoria" de Salvador Dalí es sin duda una de las obras que mas me impresionó, pues siempre había pensado que se trataba de una obra de magnitudes considerables, cual fue mi sorpresa al contemplar que aquello era una auténtica miniatura. Ninguna decepción asoló mi espíritu de artista, todo lo contrario, pues realizar unos acabados tan precisos en dimensiones tan minúsculas es una auténtica hazaña, propia de un verdadero artista del pincel. Warhol fue otro de los artistas que me cautivó, especialmente con sus obras de Marilyn Monroe, por no hablar de Picasso con sus "Señoritas de Avignon", un escalofrío recorrió mi cuerpo al contemplar aquellas históricas creaciones.
Por otro lado The Metropolitan Museum, fue una auténtica decepción a excepción de una exposición de la que más adelante os hablaré y con la que concluiré tal apartado. Este museo me decepcionó no por su contenido, que sin ninguna duda era auténtico arte, sino por la distribución del mismo contenido artístico en el espacio. El citado museo dispone de un espacio inmensurable, sin embargo las obras con las que cuenta de cada periodo artístico son tan pocas que no podrían crear un "Museo Arqueológico", ni un "Museo de Arte Antiguo"... por lo que decidieron juntar todo en un mismo espacio, de tal modo que tras un templo egipcio puedes encontrarte una estatua helenística y junto a ella otra de Rodin... más allá los restos de una civilización de África...
A pesar de todo ello y fruto de este "remix" encontramos algo que me devuelve la luz al rostro: "Alexander McQueen: Savage Beauty", una exposición increíble de diseños del artista más imponentes que han dado la vuelta al mundo. Tras casi una hora de espera en los pasillos del museo por fín pudimos entrar en el santuario textil: colecciones y colecciones envueltas cada una de ellas en diferentes ambientes que hacian sumergirte en el pensamiento del creador a la hora de elaborar la colección, su inspiración. Creaciones insólitas que acostumbramos a ver en el papel couche o en la televisión, aquí toman vida y cuerpo mostrándose ante nosotros, ofreciendose la posibilidad de hasta tocarlos, eso sí, sin que los guardias de seguridad te vieran. Los mismos tampoco permitían la realización de fotos en la exposición. Como queríamos que también vosotr@s pudiérais contemplar lo que yo ví, nos arriesgamos y mi colaborador tomó las fotos pertinentes, pero deprisa y sin levantar sospechas, aquí y en primicia las fotos:
Fotografía: Ángel Algaba Peña para www.pasareladeasfalto.com
3. ¿Qué viajes realicé en EE.UU.?
Partiendo de la base de que Manhattan me la recorrí entera, desde el Upper hasta el Soho, pasando por Chinatown, East Village o Midtown entre otros. Brooklyng-high era mi lugar de residencia, un lugar idílico y propio de la película más romántica. Liberty Island y Ellis Island también fueron lugar de destino, no sin consecuencias, pues los viajes en barco hicieron mella en mi rostro, el cual a la "intemperie" sufrió los efectos del calor infernal de NY (la ola de calor más acuciante de los últimos cincuenta años, transmitían los medios de comunicación norteamericanos). Ello solo era la punta del iceberg pues los 40º C de NYC eran una "caricia" en la ted que se agravaba con la humedad propia del entorno, todo ello en comparación con la "bofetada" que me asoló en mi viaje a Washington D.C. Tras casi cuatro horas de viaje desde NY, pasando por Baltimore y Philadelphia, llego finalmente a D.C. era una ciudad preciosa, no podía ser menos pues Obama reside allí, sin embargo era una ciudad fantasma, no había ni un solo ciudadano por las calles más allá de los pocos corrillos de turistas que rondaban por los principales enclaves como era la Casa Blanca por ejemplo (lugar al que no podías acceder sin haber rellenado un formulario en la embajada correspondiente). Ese día se superaron los 40º C y los peces de los lagos colindantes flotaban moribundos en sus aguas, ni siquiera a la sombra se podía estar a gusto... contaba los minutos para regresar a NY...
Fotografía: Ángel Algaba Peña
4. Conclusiones
Nuestra revista "Pasarela de Asfalto, Luxury Edition" ha sido un éxito en la capital norteamericana, NYC es una de las ciudades más impresionantes que he visitado, se mire por donde se mire, todo sorprende por lo colosal de sus arquitecturas. La moda parece vivirse en sus calles y el glamour se respira en las mismas; sin embargo las altas temperaturas vividas, el superlativo trasiego diario de gente en el corazón de la ciudad, el ruido, la contaminación y las superestructuras de rascacielos hacen pensar que NY no está hecho para las personas sino para los gigantes de las finanzas, aquí la gente de clase media se asfixia entre sus callejones: una ciudad sin duda para colosos.
Fotografía: Ángel Algaba Peña
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